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¿Cuantos Supervivientes quedan en la sala?



Supervivientes es el término utilizado para referirse al último y más aburrido de los realities de Telecinco. El jueves terminó su última edición y a su favor se puede decir que obtuvo una gran audiencia. ¿Qué te pasa España? ¿Cómo se puede seguir viendo jueves tras jueves un programa con contenidos nulos, participantes neutros y presentadores más que vistos? Todo esto teniendo como protagonistas a Karmele Marchante, Joselito o Lucia Lapiedra? Se desconoce una explicación. No hay novedad. No hay sorpresas. La única explicación que se encuentra es que todos los ciudadanos se quedasen atónitos tres horas (que es la duración exacta del contenido...) observando la chaqueta de serpientes fosforita de Jesús Vázquez... ¡horrorosa! Fuentes fiables aseguran que brillaba en la oscuridad.

Lo que hace verdaderamente grande al programa es ver la final y poder enterarte de todo, ponerte del lado de unos u otros sin ningún tipo de duda y sin haber visto ninguna gala antes ni ningún resumen a la hora de la siesta (muy acertado el horario, por cierto)Eso es lo que hace que sea simplón, es la palabra más acertada para definirlo. Se presentó el programa hace tres meses como la edición más dura, difícil, complicada, agotadora y demás sinónimos que hacen sudar la gota gorda sólo de pensarlos y al final lo más complicado de toda la edición fue hacer los resúmenes interesantes, buscar imágenes que enganchasen al público.

El reality se salda con una Miriam Sánchez (antes Lucia Lapiedra ex actriz porno) como ganadora de 200.000 euros, un coche y un futuro más que prometedor, seguro que nos queda mucho por ver de estos no tan supervivientes.
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¿Salvemos Eurovisión?


El domingo amaneció un bonito día, tál vez un poco nublado pero en general un bonito domingo de elecciones, sin lluvia y con radiante sol, todo parecía perfecto hasta que recordé lo que había pasado la noche anterior. España será representada por Rodolfo Chikilicuatre. Si esto nos lo cuentan hace un año creemos que es una broma. Parecía mentira que un país como el nuestro llevase a un “fliki” de tal envergadura a Eurovisión ese festival que nos tomábamos tan en serio y que siempre reunía nuestras esperanzas para alzarnos con la victoria. Elegir el Chiki-Chiki es garantía de victoria aunque sea una victoria diferente. En el fondo me alegro del personaje, la canción, la coreografía, las bailarinas, incluso de la pequeña guitarra que acompaña al susodicho. ¡Hombre! Ya era hora de llevar a alguien serio y con talento, con letra profunda y sin tener que avergonzarnos de nada. ¿Y si ganamos? No quedarán en el país folios limpios para todos los editoriales que tal acontecimiento ocuparía. La gala parecia un flash back de los sesenta. Algo así como un “remake” de aquellas galas que ocupaban la vieja parrilla de la primera.

La canción fue la ganadora de los miles de votos de “eurofans” emocionados por participar en una gala presentada por Rafaela Carrá que muy a mi pesar tengo que decir que se conserva muy bien. Seguirá siendo por los siglos de los siglos una presentadora diez. Los comentarios de la gala corrían a cargo de Boris, Bibiana y Mauro Canut, ellos se encargaban de analizar el ambiente petardil desde la distancia. Aunque hay que resaltar a las estrellas de la gala Urribarri y Rosa de España. A ellos les gusta Eurovisión y se lo toman como algo personal. Como dato informativo diremos que el Chiki-Chiki cambiará de letra. Espero que el cambio por sus diversas alusiones al presidente de Venezuela, Hugo Chávez; a Mariano Rajoy y a Zapatero no le quité la gracia. Según la normativa del festiva choca con la norma del festival de no incluir contenido político en la letras de las canciones por supuesto el cantante ha accedido a modificar esta parte.
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Palomitas para el debate entre candidatos

Nos ponemos en situación: debate entre los dos principales oponentes electorales de un país democrático, moderno y con tendencias progresistas. Ese era el contexto para el acontecimiento televisivo de todo los tiempo. Y al final salió bien, todavía no tengo claro quién gano pero creo que todos podríamos sentirnos satisfechos de haber sido espectadores de un acto que hacía mucho tiempo no se daba: un debate, tan simple como eso.

Hasta ahora el lado positivo del asunto, como debe ser, pero por supuesto, hay que resaltar el monólogo que cada uno hizo por su cuenta sin pensar en su oponente, sin querer ningún tipo de respuesta, simplemente soltar el "rollito" que ocupan sus mítines pero con la diferencia de que detrás de ellos no había un público moviendo banderitas del partido ni aplaudiendo todo lo que ellos decían, tendremos que dar gracias por eso.

Aún con todo, me quedo con las ganadoras; Las cadenas de televisión y si tengo que resaltar algún momento pues lo tengo claro, en el programa de Iñaki Gabilondo entró Víctor Manuel para afirmar: “Yo creo que ha ganado ZP pero yo, como todos los que estáis sentado en esa mesa, soy parcial”.En resumen debate aburrido, sin emoción y mucho me sorprendería que estas dos horas de no-espectáculo televisivo diesen como resultado el voto de esa persona dubitativa, dudosa, que no sabe todavía si quiere so o prefiere arre.